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Cuando el gobierno de la República española encarga a Picasso un cuadro sobre la destrucción del pueblo de Guernica por los aviones fascistas, en un intento de concienciar a Europa desde la exposición Universal de París de la situación desesperada que el pueblo español estaba padeciendo, no sospechó  la inacción de toda Europa ante la masacre. El arte y el grito desgarrado de ese cuadro, no consiguió el efecto esperado, y el triunfo de Franco, se consumó con unas consecuencias dramáticas para la población en la que se persiguió, asesinó y aterrorizó a la población civil. El franquismo ejerció durante cuarenta años el terror, sus consecuencias siguen aún vivas en la sociedad española.

En este artículo desarrollo el trabajo plástico que he realizado a través del conocimiento y el estudio de la educación artística que comenzó a desarrollarse durante la República en los colegios, y el posterior lapidamiento de todos esos avances. Está centrado en la enseñanza para niños y niñas que las dos etapas históricas establecen para conseguir unos objetivos sociales u otros. Parto de la investigación sobre la maestra Elisa López Velasco, maestra que influyó en la educación durante la República y la posterior educación que se instala durante el franquismo. La concreción de este estudio lo he plasmado visualmente en una obra plástica de formato 100×100 cm, en acrílico, en la que simbólicamente represento los valores educativos republicanos, que se basan en la consideración de hombres y mujeres por igual, estimulando el desarrollo de las personas desde el crecimiento personal mediante la creatividad, y por otro lado, la educación de la mujer en la Dictadura, preparada para ser ama de casa y subordinada al marido.

Algunos intelectuales han comparado la situación que vivió la mujer en España durante la Dictadura (1939-1975) con la que las mujeres afganas están viviendo actualmente con el triunfo de los talibanes.

Pero retomando de donde parten las ideas que la II República quiso implantar en España tenemos que situarnos en el momento histórico en el que surgió, principios del siglo XX, donde nos encontramos un país, cuyos índices de desarrollo cultural y económico, eran muy bajos. En Andalucía en particular, el analfabetismo era la tónica dominante donde el acceso a la educación estaba destinado a una élite minoritaria.

En este contexto surge la Generación del 98 con la que se desarrolla la idea de la necesidad de una regeneración del país, en esta generación de escritores e intelectuales se encontraban personalidades como la de Ramón del Valle-Inclán, Emilia Pardo Bazán, Pío Baroja, Carmen de Burgos, Clara Campoamor, Miguel de Unamuno, Concha Espina o Antonio Machado entre otras muchas. Surge esta corriente de pensamiento cuyo principio fundamental era la regeneración de España no sólo en sus aspectos político y económico, sino, sobre todo, cultural y educativo.

Se le conoce como regeneracionismo, inspirado en la Ilustración del siglo XVIII y la escuela filosófica del krausismo. Una de las características que los definen es la oposición a cualquier tipo de dogmatismo defendiendo la libertad de cátedra y de conciencia y el libre pensamiento y la formación humanística y científica como motor del desarrollo de un país.

Intelectuales de la talla de Francisco Giner de los Ríos, creador, en 1878, de la Institución Libre de Enseñanza, entidad de enorme prestigio académico nacional e internacional, sirvió de vehículo para las ideas krausistas y regeneracionistas en España; Julián Sanz del Río, introductor en este país del krausismo; o Joaquín Costa, son algunos de los más destacados valedores de las ideas filosóficas más avanzadas en los aspectos culturales, educativos, científicos o académicos que han tratado de permear en el primer tercio del siglo XX una España atrasada e inculta. Ideas que el golpe militar franquista y la larga dictadura acabaron por truncar desterrándolas al exilio, a la persecución o al olvido. (1)

En cuarenta años de dictadura franquista, la relegación de todas estas ideas y con ellas, los nombres de las mujeres que destacaron por sus ideas regeneracionistas, fueron desterradas de los libros de texto. Entre ese grupo de maestras que desarrollaron y teorizaron sobre la educación como vehículo de transformación social estaba la que hoy nos ocupa, la maestra Elisa López Velasco.

 

ELISA LÓPEZ VELASCO (Málaga 1884-1936)

Estudia Magisterio en Sevilla, ejerce como maestra en Villablanca (Huelva) y en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) En 1917 se traslada a Madrid. Se especializa en párvulos. Becaria en la residencia de señoritas (1918-1919). En 1920 entra en el Grupo Escolar Cervantes. Asiste a cursos de la Junta de ampliación de Estudios Científicos JAE. Viaja a París y Bélgica. En 1925 visita las Escuelas Nuevas en Francia, Alemania, Suiza y Austria. Asiste al Tercer Congreso Internacional de estas escuelas en Heidelberg y al curso de vacaciones del Instituto J.J. Rousseau en Ginebra. En 1931 forma parte de la directiva FETE-UGT siendo la primera mujer en este órgano.

En 1932-1934 colabora con las misiones pedagógicas impartiendo cursos de dibujo para maestros. Publica artículos en torno a la educación preescolar y el dibujo en la revista de la ILE. La editorial Espasa Calpe le publica cuatro volúmenes sobre la enseñanza del dibujo La práctica del dibujo en la escuela primaria (1933). Ejerce como inspectora de educación durante la República. (2)

Estuvo vinculada a las teorías de la Escuela Nueva, cuyos principios pedagógicos estaban basados en el respeto de la personalidad de cada persona. Consideraba que la educación artística en la infancia era fundamental para la formación y el futuro profesional de cada estudiante.

Su obra se adelanta más de un siglo en la que utiliza un método que cumpla varios objetivos:

  1. Libre actividad
  2. Exigencias de la cultura, placer del ejercicio como estímulo del trabajo
  3. Exigencia social. Capacitación total humana

La metodología de la maestra, que desarrolla en los tres manuales de dibujo, se basaba en la intuición y la emoción en las primeras edades, adentrándose en otros métodos más complejos, en los siguientes estadios del estudiante. Intuitivo en las primeras edades, gradual en las siguientes interpretando la naturaleza. Mediante un método activo, basado en dos líneas que confluyen el conocimiento matemático-natural y el intuitivo-creador.

Considera que la escuela debe hacer que la persona se manifieste de dentro hacia afuera, no considerarla como un recipiente al que hay que llenar de conocimientos.

El niño, como el salvaje, va tras los fuertes colores con atracción instintiva. (3) 

El dibujo como incentivador de las facultades intelectuales es una de las herramientas que utiliza desde las primeras edades. Los modelos han de tomarse de la vida cotidiana del alumno y alumna, observando lo que tiene más cercano y comprendiéndolo desde distintos puntos de vista. La búsqueda de relaciones y la síntesis para poder comprender la complejidad del mundo parte de la experimentación y de la búsqueda de patrones comunes. Unas de sus máximas eran estas: 

La naturaleza se nos presenta envuelta en formas geométricas” (4)

“Toda asignatura, además de su contenido, debe enseñar a expresarse de dentro a fuera” (5)

Afirma que el dibujo es un incentivador de las facultades intelectuales. No trata de formar artistas sino desarrollar intelectualmente al niño, servir de aliciente en el descubrimiento de la Belleza. Considera la igualdad en la educación para niños y niñas, consiguiendo con ello, un desarrollo intelectual pleno. También en las distintas velocidades en las que aprende cada persona, atendiendo a sus intereses y sus capacidades personales.

El triunfo de la II República presentó el periodo de desarrollo de un modelo pedagógico que representa el siglo de oro de la educación en España: gratuidad, laicidad, obligatoriedad.  Hasta entonces el modelo educativo se había caracterizado por su tradicionalismo pedagógico, vinculación al catolicismo y miedo al cambio o a la innovación educativa. No se había invertido en educación pública para formar a la sociedad española,  profesionalizar el empleo en puertas de un inminente proceso de industrialización y atajar el analfabetismo de la población. Las misiones pedagógicas durante la República tuvieron el objetivo de que la población recibiese educación, cultura y formación. (6)

Los libros de Elisa López Velasco serán algunos de los más utilizados durante la República.

 

En el cuadro represento dos formas de comprender la educación que cada escuela tenía para el alumnado. En la imagen de la izquierda aparece una educación segregadora de una niña cuya educación estaba enfocada al aprendizaje de las labores del hogar diferenciándose de la educación de los niños, la educación nacionalcatólica de la Dictadura franquista. En el resto del cuadro recreo el método que Elisa López Velasco utilizó en niños y niñas desde la escuela primaria, donde la observación de la naturaleza, la adecuación de la educación a cada persona, según sus capacidades, era un estímulo para el crecimiento personal y social. Una escuela inclusiva, igualitaria, laica que buscaba en la educación el medio para conseguir una sociedad democrática y plural. 

«La educación en España de la República al franquismo», Ángeles de la Torre
Acrílico sobre lienzo. 100x100cm

 

Referencias
(1) http://web.upla.cl/revistafaro/n13/art15.htm
(2) Cecilia Valbuena. La obra de Elisa López Velasco: La enseñanza del dibujo orientada por la Escuela Activa. UNED. Actas del XVIII Coloquio de Historia de la Educación. 2015
(3) Elisa López Velasco. La práctica del dibujo en la escuela primaria. 1933. Tomo I. p17
(4) Elisa López Velasco. La práctica del dibujo en la escuela primaria. 1933. Tomo I. p29
(5) Elisa López Velasco. La práctica del dibujo en la escuela primaria. 1933. Tomo I. p10
(6) Borja Hontañón González y Fco Javier Pericacho Gómez. Las Misiones pedagógicas de la II República y la Dictadura. Naturaleza, evolución y problemática. Actas del XVIII coloquio de Historia de la Educación. P186-197

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Ángeles de la Torre Bravo

Doctora en Bellas Artes. Especialidades de pintura y escultura en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla. En 2003 publica con la editorial Archiviana: El pensamiento artístico, ciencia y religión en al-Ándalus. En 2019 publica con la editorial Aconcagua, Exiliado piel adentro. Historia de un médico republicano. Es profesora de Educación Secundaria. Entre las exposiciones colectivas destacan la celebrada con el Colectivo Surcos de poesía, titulada A la Deriva, celebrada en la Sala del Ayuntamiento de Coria del Río; 2017 Invisibilizadas, sala Antiquarium de Sevilla; 2019 Maculadas sin remedio, sobre la mujer y la permanencia de los estereotipos con el tema recurrente de la Virgen Inmaculada de Murillo y su celebración, Sevilla y Córdoba. Ilustradora del libro sobre Miguel Hernández La luz que no cesa, realizado el Colectivo Surcos y la Universidad de Sevilla; El niño muerto, de Carlos Fabretti, editorial Atrapasueños, La Isla del Arroz, Juanmi Baquero, Ayuntamiento de Isla Mayor. 2006 premio de escultura a la Memoria de los represaliados por la dictadura de Franco, convocado por el ayuntamiento de Coria del Río.

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