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Luis Lobos Robles

Día 1.
Me enorgullecen cabres, gracias por atreverse a lo que mi generación y tantas otras antes, no se atrevieron a hacer! No hay que rendirse gente, hasta que las cosas cambien! yo me les uno! Este es un momento histórico y me alegra que un país tan reprimido empiece a romper sus cadenas! EL PUEBLO UNIDO JAMÁS SERÁ VENCIDO!

Estas fotos las capte en el metro bellas artes en el inicio de las manifestaciones del día de hoy y esta movilización en particular en esta estación de metro fue impulsada por mujeres estudiantes!

Lastarria y Bellas Artes, Santiago de Chile – 18 de octubre de 2019

Luis Lobos Robles (22 Agosto 1983), maipucino, fotógrafo independiente chileno y actor de profesión, estudió fotografía en Buenos Aires, especializándose en sociales y viaje.
Desde su vuelta a Chile el 2019, es quién está tras la cámara de la cuenta de Instagram @la.hora.sono, que retrata la revuelta social.
@la.hora.sono / @luislobosrobles 
@la_horasono 

 

Víctor R. Zepeda

Todo parte un 18 de octubre del año ya pasado, el ambiente ya estaba tenso, todos nosotros estábamos pendiente a los movimientos de la policía, ya que sabíamos que en cualquier momento se podía detonar el caos inmediato, y así fue, cuando comienzan los enfrentamientos, las lacrimógenas, las balas de goma y la fuerte represión hacia la ciudadanía, sentimos ese temor por la integridad física pero aun así nuestro deber de documentar y dejar un registro para la historia sobre los hechos nos ganó, nos quedamos disparando nuestras cámaras mientras los gritos de dolor a causa de los impactos de balas de gomas o los sollozos de ardor por los gases lacrimógenos rodearon el ambiente y aún así nos quedamos todos ahí, aguantando y fotografiando, luego de un año las cosas no han cambiado mucho, solo una luz de esperanza y de cambio para todos nosotros.

Puente Alto, Santiago de Chile – 18 de octubre de 2019

Víctor R. Zepeda (VictorFramess), nacido en Santiago, fotógrafo autoral y documentalista social, enfocado a mostrar las problemáticas sociales a través de la fotografía ocupando la composición cinematográfica como eje principal de las situaciones capturadas.
Durante estos años he participo de varios colectivos fotográficos y publicaciones en editoriales con el objetivo de difundir el trabajo y dando importancia a la fotografía como una herramienta de desarrollo personal y la creación de memoria visual.
@victorframess

 

Elisa Torres Olave
@elisatorress

Después de una semana movilizada, agitada y revuelta a causa del alza de pasajes del transporte público en Chile, había un ambiente diferente en el aire. No parecía una semana corriente. El día 18 de Octubre, estaba trabajando en mi oficina, que está a las cercanías de la ex Plaza Italia en la capital del país (hoy Plaza Dignidad).

De un momento a otro comienzo a sentir diversas bocinas, gritos y muchos helicópteros volando recurrentemente en el cielo. No lo dude, y tomé mi cámara. Caminé rápidamente, me puse audífonos para estar alerta de las noticias que iban sucediendo. Las evasiones masivas en el metro de Santiago lideradas por lxs estudiantes fueron una fuerza que rugió tan fuerte que lo que era un día común y corriente, terminó siendo un gran despertar común.

Recuerdo la actitud de la gente en la calle, una necesidad de parar y darse cuenta de que este sistema no nos sostiene. Gente vestida de oficina, que seguramente iba camino a casa, se detuvo en la ex Plaza Italia, algunos invitando a sumarse a detener el tránsito y protestar por el continuo abuso hacia el pueblo. Entre varios gritos “A la calle los mirones, no se hagan los weones”, un canto para que todxs se sumen a este despertar masivo.

La represión policial no demoró, desde un comienzo el uso de lacrimógenas fue desmesurado, la gente en la calle tuvo que cubrirse con lo que podía para poder respirar y no sufrir a causa de los gases tóxicos. Había un sentimiento compartido en el aire, definitivamente una sensación de que ya no podíamos seguir llevados por la corriente de la falta de dignidad para la vida de todxs.

La primera noche, la noche del 18, en un rito común urgente, las cacerolas y las ollas fueron protagonistas del ruido necesario de generar tras las múltiples demandas que llevaron a la gente salir a la calle. El barrio cercano a mi casa, se agrupó en diversas esquinas, compartiendo el sentir común, tocando con mucha fuerza la olla, compartiendo múltiples sensaciones. Un acogedor abrigo humano nos susurraba al oído: no estamos solxs. Ahora que nos encontramos, no nos volveremos a soltar.

Una noche sin dormir, con saltos a causa de los helicópteros volando sobre nuestro barrio. Redes sociales denunciando violaciones a los derechos humanos. Y lo que nunca pensé vivir a mi edad: el regreso de los militares a las calles. Hasta la madrugada era algo que sólo veía en redes sociales, y me costaba asimilar. Hasta el día siguiente, decidimos salir con la cámara y mi compañera con la grabadora de sonido. Acercándonos a Plaza Dignidad nos encontramos de frente con los “milicos” la representación en persona de un sistema deshumanizado, torturador, criminal y traidor. 

La gente gritándoles “que se devuelvan a sus cuarteles”, no pude evitar los gritos junto a mi compañera, familias exigiendo que se fueran del barrio, no los queremos aquí, no los necesitamos, es el pueblo el que exige dignidad y no puede ser que la respuesta sea con militares en la calle, en el barrio, atemorizando familias. 

Desde el 18 de Octubre, la “normalidad” cambió, y no volveremos a esa normalidad donde el silencio es protagonista. Desde pequeñas y grandes organizaciones de la sociedad civil; desde lxs estudiantes, hasta las colectivas feministas, cada una de esas fuerzas empujaron a la clase política a despertar también, seguimos esperando respuestas, y no nos vamos a detener, hasta que la dignidad se haga costumbre.

 

Talienphotographer
@talienphotographer

El camino a plaza dignidad fue extraño, olía a rebeldía y represión. Familias siendo atacadas con gases, tanquetas militares y pacos queriendo intimidar dejaban ver que algo brígido se venía. Ver los ataques por lacrimógenas directo al cuerpo, el miedo se espacia, la rabia explotaba, se sentía una lucha en cada persona que agarraba una piedra o alzaba un cartel al son de las cacerolas. Volver a casa se convirtió en una travesía, el primer toque de queda, barricadas a nivel nacional. Incertidumbre y ganas de darlo todo es lo que sentí, fotografiar el momento es lo mejor que puedo hacer.
Arriba lxs que luchan!

Estallido social – 19 de octubre de 2019

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Un colectivo de fotográfos : Luis Lobos Robles, Víctor R. Zepeda, Elisa Torres Olave, Talienphotographer

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