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Pepa Mora. Epojé.

 

A menudo, cuando llego a casa de mi madre Ángeles, realizamos juntas el ritual de cambiarle la ramita de perejil al San Pancracio de la cocina, lavamos las verduras para la ensalada y preparamos el café, mientras la olla a presión humea.

Me gustan sus guisos y platos al horno. Ella me pone al día de sus cosas y de la familia y yo le leo fragmentos de libros en los que me hallo enfrascada.

Durante la comida los comentamos.

Cuando nos despedimos y de regreso a mi casa, sé que Ángeles me ha dejado algunos de sus poemas entre las páginas del libro, y este gesto por parte de ella me emociona.

Algunas veces incluyo parte de los escritos y dibujos de mi madre en mi obra y sé que a ella le gusta.

Su frase en torno a nuestra especial colaboración suele ser “no soy artista ni pretendo serlo” pero en el fondo sé que le gusta estar abierta a lo que le propongo y, además, se deja llevar. Para mí es importante “huellear” lo que escribe y dibuja, así que intento dejar trazas –trazos y retazos- a través de dibujos, collages, textiles, pinturas y esculturas.

Ayer precisamente estuve con ella y le mostré los dibujos en azul de la artista granaína Pepa Mora.

Le hablé a mi madre del interés de Mora por el Surrealismo femenino, la naturaleza y las pociones mágicas. Ángeles mostró gran interés por los dibujos de la artista.

De vuelta a casa, pensaba en los guisos maravillosos e improvisados de mi madre, y decidí hacer un paralelismo entre los textos de ella y dibujos de Pepa Mora, con la idea de hacer un “guiso artístico”.

He aquí el resultado de dicha “cocción”.

Pepa Mora. Cuando nadie nos ve.

 

AZUL

Yo soñaba con ir a la escuela y hacía a mis maestros de barro del Río Azul.

Nombre de cielo azul. 

Así soñaba yo que serían mis maestros.

 

HOJAS DE PARRA

Cuánta gente venía, avara acabarán vacías.

Y la voz conocida, no soy quien te figuras.

¡Ah! Tengo la punta de la nariz no me engañes.

Y dice cosas extrañas.

¡Qué sueño tan divino, sabor de boca!

Besa en la frente como se besa a los difuntos.

Le veo salir con un maletín y detrás de él,

Gallito de sombra gruesa con dientes de palo y plumas,

Como hojas de parra moradas.

Pepa Mora. Sin título

 

ALMAS VENDIDAS

Allá cuando yo era pequeña, se vendían almas.

La leche, alimentos a la infancia por dinero.

Y la juventud fue llevada a los campos como si fuera un matadero,

Junto a la belleza,

Por un trozo de pan.

 

LAS CHIQUILLAS

Cuando las cosechas maduraban en tiempos invernales,

Como aquellos curas que por mis campos asomaron 

Y las chiquillas como momias esperamos.

Pepa Mora. Nur Die Liebe Zähtl.

 

ESPERANZA

¡Oh tierra!

Tierra vuelve y levántate de la hierba y del rocío.

La noche de tormenta ya ha pasado.

Y la mañana se eleva sobre la niebla oscura,

Pero detrás de ella viene la esperanza.

 

DEDOS Y CAMAS

En cada dedo mi madre tiene una cama.

Como no había qué comer mi madre los echaba al puchero.

Nos dio de comer pero no teníamos dónde dormir.

Pepa Mora. Para Enzo.

 

YUSCOS

Yuscos oía yo cuando era niña y yo le preguntaba a mi madre:

-Madre, madre, ¿yusco qué es?

-Hija, un trozo de pan. El pobre le pedía al rico para consolar su estómago, estógamo.

-Pues ponle una flor, verás cómo se consuela.

Mi madre sonreía.

 

MAMÁ

¡Ay madre!

Cuando tú hacías pan de trigo,

Yo te cogía de la falda.

Tú me decías:

-Toma este coscurro de pan ardiente, como el amor que te tengo.

Como la espiga de trigo a la tierra.

Pepa Mora. V.O..

 

PAPÁ

Frente a ella.

-Podremos cruzar ahora papá.

Y el papá le dijo:

-No hijo mío, viene un señor que viene del mapa que no existe.

Este señor está ciego pero ha subido más de la mitad.

El rostro no se le ve, pero sí se le ven los dedos de las manos deformes.

Son tiernos.

Cogen las flores de encaje.

El padre y la hija sonríen, al pie de las flores de encaje.

 

AMOR COGIDO

Podría yo ser amor cogido por el aire,

Pero después que vuele.

¡Ansias me da de una cosa atrapada!

Pepa Mora. Svicias.

 

NOSOTRAS QUE VAMOS

Yo hoy me siento fuerte

Pero con lágrimas que caen a la tierra.

Como las aguas de la gran Grecia

Que van a la noche helada

Que se queda con tanta gente

Y nosotras que vamos.

 

SIEMPRE

Siempre os querré 

Pero las tres son todo para mí.

Beberé las aguas del claro riachuelo,

Oiré el canto del jilguero

Y allí me tumbaré a soñar toda la noche.

 

*Los poemas de Ángeles Castellano fueron el punto de arranque de la exposición OJO DE TIGRE CUANDO TÚ MIRAS.
Para más información: https://mariabueno.es/works/ojo-de-tigre-cuando-tu-miras-tiger-eyes-when-you-look-at-me/

*Los dibujos de Pepa Mora forman parte de la serie RÉSISTANCE OBSTINÉE À LA BARBARIE.
Para más información: http://pepamora.com/documentos/catalogo2019.pdf

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Maria Bueno

María Bueno es artista plástica formada entre Europa y EE.UU. Apasionada del arte y la cocina, así como de la vinculación entre ambos, María Bueno practica un activismo cultural que, ya sea a través de sus propias obras y recetas culinarias o a través de trabajos colaborativos y textos publicados, atienden al concepto de MEMORIA; en este caso, memoria ligada a la gastronomía. Sus proyectos de sesgo social han sido recogidos en el New York Times.

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