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En 2009, en México, la Unidad de Género del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrolló la investigación “Estudio sobre las dinámicas en las relaciones de pareja en la comunidad estudiantil del IPN”. Una encuesta hecha a más de 14 mil jóvenes de entre 15 y 25 años, de nivel medio y superior, con el fin de conocer la forma en que los/las jóvenes entablan sus relaciones amorosas, ya que ahora como antes, además del noviazgo existían otros tipos de vínculos como los “frees” (o sea relación sin compromiso), relaciones de parejas y compañeros/as sexuales.

Los resultados arrojados fueron alarmantes según indicó el reporte en aquellos años, pues se identificó que la violencia psicológica y física se manifiesta a manera de juego y que los celos, las amenazas, las llamadas constantes al teléfono móvil, o las prohibiciones en la forma de vestir, se percibían como situaciones «normales», como muestras de cariño, atención y amor.

«Las relaciones amorosas entre jóvenes son amplias, diversas y complejas ya que, en la actualidad, además del noviazgo, existen otros tipos de vínculos, pero el común denominador en todos éstos es la práctica de mandatos, conductas y roles de género adquiridos en la infancia, aprendidos y reforzados cotidianamente, y esto es lo que permite que, en muchas ocasiones, en nombre del amor, se generen situaciones de violencia en sus diferentes tipos y ámbitos». (1)

Durante mis estudios en Violencia de género en 2019-2020, en la universidad de París, contamos con la participación de Christine Guillemaut, jefa de proyecto de la violencia de género, tiempo de vida en familia y profesional y La Cuartilla Europea por la igualdad en la Alcaldía de París. Como ponente e invitada del programa universitario, durante su participación en clase, habló de las iniciativas, programas y esfuerzos que hace esta alcaldía para eliminar y combatir la violencia de género ejercida contra las jóvenes francesas en los bachilleratos. Así, expuso cómo la alcaldía de París se apoya en herramientas eficaces como “el Violentómetro” para hablarle a las adolescentes en las instituciones de educación, sobre las conductas agresivas de los varones hacia ellas, qué es la violencia de género en general y así poder alertarlas. Nos explicó que, han impreso este material gráfico concebido a manera de regla que, en realidad, es una escala que “visualiza las diferentes manifestaciones de violencia que se encuentran ocultas en la vida cotidiana de mujeres y hombres, y que la mayoría de las veces se confunden o desconocen.(1) 

Desde 2009 en México, esta herramienta ha sido utilizada en diferentes instancias educativas privadas y gubernamentales, para que las personas y sobre todo las mujeres jóvenes, puedan evaluar el peligro que enfrentan estando en una relación abusiva.  

De acuerdo a los investigadores de la Unidad de Género del IPN, esta “escala de violencia” se divide en tres niveles de diferentes colores que simulan una situación de alerta o foco rojo con ejemplos de conductas que van desde las bromas hirientes y hasta la forma más grave y la más visible de violencia de género conocida como el feminicidio. Estos tres niveles son:

  • ¡Ten cuidado! La violencia aumentará: Bromas hirientes, mentiras, engañar, ignorar, ley del hielo, celar, culpabilizar, descalificar, ridiculizar, ofender, humillar en público, intimidar…
  • ¡Reacciona! No te dejes destruir: amenazar, controlar, prohibir, destruir artículos personales, manosear, caricias agresivas, pellizcar, arañar
  • ¡Necesitas ayuda profesional!: Empujar, jalonear, cachetear, patear, encerrar, aislar, amenazar con objetos o armas, amenazar de muerte, forzar a una relación sexual, violar, matar. 

El Violentómetro al parecer, ha estado ayudando a las jóvenes mexicanas y francesas a descubrir si están en una relación violenta, lo que nos habla de un problema vigente en la población joven en nuestra época. Debemos decir que, en México, también es utilizado con mujeres adultas víctimas de violencia conyugal para identificar el nivel de violencia en el que se encuentran. 

Claramente podemos ver que entre México y Francia hay muchas diferencias y contrastes. Además de los 9000 km de distancia que los separan, las diferencias culturales, políticas, demográficas y económicas son abismales. 

Sin embargo y a 11 años de vigencia, una herramienta como el Violentómetro sigue siendo actual y de ayuda para las instituciones gubernamentales y escolares, con el fin de orientar a las adolescentes sobre el peligro que corren estando en una relación violenta y esto por igual, en ambos países. 

En pleno 2020, la alcaldía de París utiliza esta herramienta para alertar a las jóvenes francesas sobre la violencia de género. En México tenemos ya 11 años usándola. Desde su lanzamiento y hasta hoy, diversos medios de comunicación han hecho notas informativas poniéndolo al alcance de sus audiencias ya sea a través de medios impresos y digitales. Para citar un ejemplo en noviembre de 2019 el Estado de México difundió el Violentómetro como parte de sus acciones para contribuir en la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres en ese estado de la República Mexicana, que por cierto cuenta con un alto índicie de feminicidios. 

Actualmente el Violentómetro se difunde por el Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social (CEMyBS) en escuelas y ferias de servicios. 

En entrevista con Mónica Ochoa, a cargo de la dirección y el diseño de programas y gestión de recursos de la organización civil Planeta CAOSS A.C (http://www.planetacaoss.org.mx), quien también es experta en Género y Políticas Públicas y docente del Instituto de Estudios Superiores de la Ciudad de México Rosario Castellanos, nos dijo que “El uso del Violentómetro ha sido más de divulgación en campañas nacionales. Las estadísticas acerca de su uso son pocas, pero se ocupa en el trabajo de los programas de  las organizaciones civiles. Dónde hay trabajo de prevención de violencia y promoción de los derechos,  es ahí en donde opera. Desde las organizaciones civiles y asociaciones”, – comentó. 

La pregunta es: ¿Qué ha estado pasando en todo este tiempo en las sociedades del mundo que no hemos sido capaces de ponerle fin al problema de la violencia de género? ¿A quién le corresponde escuchar este mensaje que ha sido ya bien identificado? 

Será que la contraparte que no ha hecho su trabajo y a la que yo me atrevo a nombrar aquí como el verdadero receptor del mensaje o sea “los hombres” y “el patriarcado” no han querido integrar, escuchar, analizar, apropiarse y tomar acciones con el fin de entender que las mujeres somos las principales afectadas y tenemos derecho de vivir una vida libre de violencia ejercida en su gran mayoría, por ellos.

¿Cómo es que después de haber sido creado el Violentómetro hace 11 años en México, la alcaldía de París utiliza esta herramienta para ayudar a combatir la violencia en Francia? Esta herramienta debería ser obsoleta y no gozar de popularidad ni de actualidad. 

A lo largo de décadas, las feministas del mundo han (hemos) realizado, investigaciones, artículos, herramientas, libros, escritos, programas y talleres con el fin de denunciar la violencia en nuestra contra. Con la llegada de la era digital numerosos podcasts, cuentas en redes sociales, webinars, ponencias digitales, congresos y una plétora de información se puede encontrar fácilmente. No hay pretexto.  

Nosotras no hemos fallado. Lo hemos hecho muy bien. Ahora sólo falta que se nos escuche y se nos atienda genuinamente aquí y en todas partes.

 

(1) https://www.ipn.mx/genero/materialesdeapoyo/articulo-violentometro.pdf

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Greta Guzmán

Directora de Vertvioleta, una empresa consultora que ayuda a comprender qué es la violencia conyugal y cómo tratarla en el lugar de trabajo para ayudar a las mujeres que son víctimas. Creadora y conductora de Liberar la palabra, un podcast feminista que contribuye a la eliminación de la violencia y la desigualdad en contra de las mujeres

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