Dejar de ser yo
Agárrame de la mano y estira hasta darle la vuelta a mi piel.
Deshila una a una mis venas;
que te cuenten las historias de mis vidas pasadas.
Que esa no soy yo.
Yo no tengo nombre, no tengo rostro, no tengo tener.
Dejo de ser yo para ser desierto;
minerva de hierro, maestra de volcanes e incendios.
Mujer ocupando mi espacio,
ocupando mi vientre y mi vuelo.
Debajo de mis uñas me aferro a la raíz,
bajo los párpados reposan mis memorias.
En mi pecho arde una verdad violeta.
Soy un círculo sangrante, soy la loba de mis fieras.